-
El partido de Díez empieza la campaña entre acusaciones de ‘guerra sucia’ y purgas
La diputada Irene Lozano, en el Congreso, con Rosa Díez detrás. JAVIER BARBANCHO
Actualizado: 08/05/2015 02:26 horas
Poco antes de que el CIS decretara ayer que UPyD está a punto de desaparecer (con apenas el 1,9% de los votos), el partido de Rosa Díez se volvió a abrir en canal entre acusaciones de guerra sucia, purgas internas y la filtración de mensajes comprometedores. La próxima semana, probablemente el lunes, el Consejo de Dirección pondrá sobre la mesa la apertura de un expediente disciplinario a Irene Lozano que podría acabar con su expulsión. La diputada crítica es la única que ha anunciado que disputará el liderazgo de UPyD a la dirección en el congreso extraordinario del verano.
Algunos miembros de la dirección son partidarios de la expulsión. Otros prefieren esperar a hacerlo después de las elecciones autonómicas y municipales. Si vence la línea dura, la única persona que ha anunciado que se presentará al congreso extraordinario no podrá hacerlo porque habrá sido suspendida como militante.
Los cargos que se pondrán encima de la mesa contra Lozano son unos correos electrónicos enviados por la diputada desde su cuenta privada en Gmail que el jueves llegaron a tres medios de comunicación, entre ellos EL MUNDO.
Los que filtraron los correos borraron los nombres de los destinatarios salvo en dos casos: el de Lozano y el del ex diputado de UPyD en Asturias, Ignacio Prendes, que usaba su cuenta corporativa de UPyD.es.
En los mismos, Lozano expone a Prendes y a otros miembros de UPyD -cuyo nombre aparece tachado- la posibilidad de crear la Plataforma Encuentro, de la que ya informó este diario en abril, para reunir a todos los críticos y descontentos con la dirección. Y apunta que Encuentro debería convertirse en partido político porque «las expulsiones están tomando velocidad de crucero».
Para la dirección de UPyD, estas conversaciones contravienen los estatutos de esta formación y pueden ser motivo de expulsión, ya que son gestiones para crear otro partido desde dentro de UPyD.
El responsable de Organización, Juan Luis Fabo, no quiso ayer valorar estos correos hasta no conocerlos en profundidad. Pero aseguró que «no se puede crear otro partido desde UPyD» y que la próxima semana la dirección «aplicará los estatutos a este caso, como estamos obligados a hacer», sin concretar ninguna medida.
Fuentes del sector crítico dan por seguro que personas de la propia dirección han espiado los correos de Prendes -tienen acceso a ellos porque están en el servidor del partido- y han decidido difundirlos para atacar a Irene Lozano.
En el otro lado, fuentes de la dirección negaron con rotundidad haberlo hecho y aseguraron que nadie del Consejo de Dirección ha filtrado esos mensajes para atacar a la diputada. Las mismas fuentes añadieron ayer que tuvieron conocimiento de esos correos cuando los periodistas llamaron al número dos del partido, Andrés Herzog, para preguntarle por su contenido y por las posibles acciones disciplinarias que se van a emprender contra Lozano.
El diario digital Infolibre publicó ayer que la diputada escribió en abril diversos correos a la cuenta oficial del entonces líder de UPyD en Asturias hablando de la estrategia para crear un nuevo partido. En los mismos, en poder de este diario, Lozano explica que su objetivo es «salvar el proyecto de UPyD» ganando el congreso. Y, si no es posible, «tener diseñada una puerta de salida digna para nosotros sin que se nos pueda acusar de romper el partido».
La parlamentaria madrileña apuesta por «modificar el rumbo del partido» después de las elecciones del 24 de mayo, cuando da por hecho que «el partido estará devastado», e intentar ganar el congreso. Si esto ocurriera, su objetivo sería «intentar reconstruirlo empezando con una fusión con Encuentro». En un correo posterior y como «las expulsiones van cogiendo velocidad de crucero», Lozano emplaza a Prendes y a otros tantos a «rematar las gestiones para registrar el nuevo partido» porque «la plataforma será coyuntural y sospecho que el partido, no».
Lozano rechazó ayer desde Almería, donde comenzó la campaña electoral, comentar el contenido de ningún correo personal. Sólo quiso recordar que la interceptación de mensajes como éstos está penada en el Código Penal con hasta cuatro años de cárcel. También descartó emprender acciones penales contra la dirección por el supuesto rastreo y filtración de mensajes privados.
Forrás: http://www.elmundo.es/espana/2015/05/08/554bcbd8e2704e022d8b456d.html