• El partido abanderó los valores ‘quincemistas’: participación, transparencia y empoderamiento ciudadano. Muchos de los nuevos ediles se ‘formaron’ ahí

  • Monedero sopesó presentarse a alcalde, pero Podemos apostó por la unidad popular

  • Las tensas negociaciones entre Ganemos y Podemos casi tiran al traste el proyecto

  • La campaña se basó en que el „cambio era posible” y en centrar la campaña en una lucha sólo a dos: entre „la mala” (Aguirre) y „la buena” (Carmena)

Los 20 ediles de Ahora Madrid, ayer en el Parque de la Cornisa.

Los 20 ediles de Ahora Madrid, ayer en el Parque de la Cornisa. JAVIER BARBANCHO

ROBERTO BÉCARES Madrid

Actualizado:26/05/2015 01:53 horas

„A ver si funciona esta bombilla por que si no tengo que volver al chino, y está lejos, lejos”. 21.35 del pasado viernes. Un miembro de Ahora Madrid coloca el flexo en la barilla de una suerte de carpa de prensa en un parque del barrio de Adelfas. Solo alumbra a tres redactores de diez. Manuela Carmena, la política novata a la que no le gusta „hablar, sino escuchar”, va a cerrar con un mitin la campaña más austera de las que se recuerdan: 250.000 euros. „Frente al talonario, nosotros hemos hecho la campaña del milagro”. Suena el „Sí se puede” y el „Que sí nos representan”. „Vamos a ganar”, dicen entre bastidores.

„Hay una encuesta de hoy que maneja el PP que nos da cuatro puntos por encima, están acojonados”, dice un importante miembro de la formación. La esperanza se palpa. El acto acaba. Hay ambiente de fiesta. La birra, en un cubo de la basura con hielo, vuela. „Pues habrá que comprar más… voy yo”, suelta sonriente Rita Maestre, número cinco de la lista, la única proveniente de Podemos de los doce primeros puestos.

¿Qué ha ocurrido para que un partido nacido hace apenas un año, que compra flexos en el chino, que tiene candidatos que van a por birra, haya tumbado al tótem del PP, a la apisonadora de las mayorías absolutas, Esperanza Aguirre? „Hemos conseguido transmitir que la esperanza del cambio era de verdad posible”, confiesa Guillermo Zapata, guionista, escritor y número seis la lista.

Ahora Madrid consiguió lo que nadie consiguió antes: movilizar el voto útil antiAguirre, robando apoyos a Ciudadanos, PSOE, e IU, pero todo lo ocurrido no podría entenderse sin retroceder a hace cuatro años, al 15-M. Sobre el asfalto de la puerta del Sol, en los mayores coletazos de la crisis, decenas de miles de personas alzan la voz para pedir más transparencia, más democracia, más representatividad. „Allí nos dimos cuenta de que la lucha que más importaba era la de la democracia; la lucha por la integración, por la vivienda, por los servicios públicos, no se iban a ganar si no era con democracia”, admite Pablo Soto, uno de los pioneros en España de la creación de programas P2P, experto en participación digital y uno de los cerebros de Ahora Madrid.

Una de las famosas asambleas de la Puerta del Sol durante el movimiento del 15-M ALBERTO DI LOLLI

Como muchos en el partido estuvo en el 15-M. Aquella oleada ciudadana que se extendió como un tsunami por todo el país y ocupó portadas de periódicos de todo el mundo se pensaban en Ferraz y Génova que había quedado en nada. Que era un susto sin importancia. „Que monten un partido”, retaban sin rubor los actores principales del bipartidismo. „Pues al final lo montamos, y mira la que hemos liado”, recordaba Pablo Carmona, otro de los líderes, en la noche electoral, cuando el recuento daba la posibilidad de Gobierno a Ahora Madrid, y la birra corría a borbotones.

„El 15-M nos educó como sujetos políticos y desde entonces vivimos impregnados de ese espíritu”, prosigue Carolina Pulido, de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), que no tendrá acta de concejal por poco. No fue un camino sencillo. Primero, se recorrió sin alzar la voz. Plataformas ciudadanas como Alternativas desde abajo y Movimiento en Red se reunían esporádicamente. 30, 40, 50 personas. En librerías, como Traficantes de Sueños, en los espacios okupados de Tabakalera o el Patio Maravillas, o „si hacía bueno, en la calle”.

„La clave era reunirse para trabajar en un espacio municipalista”, recuerda Ernesto García, otro de los que estuvo en el nacimiento de la formación, hace apenas un año, el pasado junio. Entonces se montó el primer gran encuentro en el Medialab del Prado. Acudieron cientos de personas. El objetivo: asaltar las instituciones. „Aquello desbordó todas las expectativas”. „Se lanzó la posibilidad de crear un espacio común, con mucho cariño y con mucho tiempo, queríamos construir una herramienta plural, sentar unas bases comunes”, recuerda Ernesto sobre aquel primer conato bautizado con el nombre de Municipalia.

Forrás: http://www.elmundo.es/madrid/2015/05/25/55637f75e2704e59128b458f.html